ENFOQUE FILOSÓFICO

Si queremos tratar de comprender lo que es, y de dónde viene esta contraposición conocida como "bondad y maldad", debemos tratar de dejar atrás toda opinión o idea al respecto y comenzar desde las raíces del concepto. La bondad y la maldad pueden ser considerados como algo absoluto y universal, por lo que la bondad y la maldad serían algo cierto e igual en todos los casos, si bien en el caso de la bondad y la maldad suele ser más común tratarse de forma relativa, es decir, cada caso es particular y la bondad y la maldad son un contraste cuya diferencia depende completamente del individuo. Siguiendo esta corriente, podríamos decir que la bondad y la maldad evolucionan y varían según pasa la vida del individuo. Siendo así que al nacer un ser humano, sólo su instinto le hace conocer parte de ese concepto de bondad y maldad, siendo sólo esta parte instintiva la que podría ser considerada como absoluta a nivel de especie, pero no universal, si bien es cierto que incluso este concepto considerado absoluto puede cambiar con la evolución del individuo. Pero la moralidad que define el concepto de bondad y maldad ya produce un desarrollo antes de que el ser humano pueda ser considerado libre de pensamiento, es decir, que pueda desarrollar unas ideas, pensar por si mismo y cuestionar lógicamente la información recibida, cuando es el entorno quién inculca su propia moralidad a aquel que no ha desarrollado la suya, tejiendo una idea general de esta moralidad al individuo, quién no tiene aún poder para cuestionar lo aprendido, siendo así que recibe una idea general y aceptada por la sociedad de esa bondad y maldad. Es aquí cuando llega una contradicción pues, si es el entorno quien hace al individuo, se necesitaría un "paciente cero" de este conjunto de ideas para que lo dicho fuera posible; al respecto de este problema, surgen varias respuestas, siendo la más frecuente las distintas religiones que, debido a que disponen de códigos morales que aunque son similares, se diferencian en ciertos aspectos, crean distintos códigos morales en diferentes sociedades, creando otras "redes" de moralidad. Es por ello que se podría decir que la moralidad de cada individuo se basa en el entorno, la sociedad, y las experiencias, entre otras cosas. Es respecto a las experiencias que quería hablar, pues ya que todo ser humano es diferente, la forma de interpretar situaciones y asumirlas es también un factor cambiante, siendo así que distintos eventos pueden causar en una persona un cambio o desarrollo de postura respecto a, en este caso, la bondad y la maldad. Pongamos como ejemplo la pena de muerte. Un debate muy controvertido, cada persona piensa algo distinto al respecto, hay quienes la aceptan, quienes la rechazan, y quienes la aceptan en casos particulares. Pues bien, esta postura al respecto puede cambiar drásticamente de un día a otro con tan solo una intervención en la vida de esa persona; imaginemos que una persona que piensa que no tolera la pena de muerte sufre la perdida de un ser querido en un atentado terrorista, pues bien, puede darse el caso que el suceso afecte al individuo de tal forma que comience a pensar que tal vez ese sufrimiento debe ser pagado con, efectivamente, la muerte del criminal. O, puede ser que cambie de opinión del "no" al "a veces", o quien sabe, tal vez siga fijo en su postura al respecto. El caso es, que no hay forma de determinar que dirección va a tomar esa persona, y dependerá de esa dirección el concepto que adquiera sobre que es la bondad y que es la maldad. Es por ello que tanto la bondad como la maldad no son más que conceptos abstractos cuya definición es dada por el individuo, quien tiene la última palabra al respecto, ya que siempre se puede cuestionar lo enseñado e incluso denegarlo. Si bien es cierto que, dependiendo del ser en cuestión, el entorno influirá más o menos en la persona, transformándolo en mayor o menor medida dependiendo del psique de la misma, psique que ha sido a su vez influenciado por los sucesos acontecidos en su vida, creando un círculo vicioso que no tiene fin hasta el último día.